Sabías que la brecha de género también afecta al ocio?... menos tiempo, menos calidad, más desigualdad.
Cuando hablamos de desigualdad de género, solemos pensar en sueldos, liderazgo, participacion o conciliación. Pero hay un ámbito silencioso y crucial donde también se refleja: el ocio. Sí, las mujeres tienen 1 hora y 37 minutos menos al día de tiempo libre que los hombres. Esto no solo afecta el bienestar, sino que también tiene un impacto económico de 23.000 millones de euros anuales, equivalente al 2% del PIB español.
El último informe de ClosinGap, “Coste de oportunidad de la brecha de género en ocio”, lo deja claro: las mujeres españolas disfrutan de horas menos al día de ocio que los hombres. El principal motivo es la carga desproporcionada de tareas domésticas y de cuidado. Ellas dedican 49,5 millones de horas más al día a estas actividades que los hombres.
¿Y el ocio? Pues simplemente no llega. Un 20% más de mujeres que de hombres declara no tener ni un solo momento libre en su día. La falta de corresponsabilidad en el hogar sigue siendo una barrera invisible pero poderosa.
Maternidad: menos tiempo y peor calidad.
El informe también revela cómo la maternidad impacta directamente en el tiempo libre. Las madres, además de tener menos tiempo de ocio que los padres, lo viven con menor calidad. Están más pendientes, con una vigilancia emocional constante, que convierte ese tiempo libre en otra forma de trabajo.
Vida social limitada, economía afectada.
El ocio no es solo descanso: es conexión, cultura, creatividad. Y también motor económico. La vida social representa un 14% del tiempo libre, pero para las mujeres es solo el 13%, frente al 15% de los hombres. Esta diferencia se agrava en jóvenes de 16 a 24 años, donde ellos disfrutan de 22 minutos más al día de vida social.
¿El impacto económico? Si los 6,2 millones de hogares liderados por mujeres incrementaran su gasto en restauración en 330 euros anuales (la diferencia con los hombres), se generaría un impacto de 2.000 millones de euros adicionales, además de 34.800 nuevos empleos y ni hablar del impacto en la salud mental de las mujeres.
Estereotipos que moldean el ocio.
Los roles de género también influyen en cómo usamos nuestro tiempo libre. Mientras ellos dominan en actividades como informática, deporte o fotografía, nosotras seguimos más presentes en danza, canto y teatro. La diferencia más marcada está en las aficiones digitales: 27 minutos más al día para ellos.
Y aunque en lectura estamos más presentes (66,5% de lectoras frente al 57,6% de lectores), los hogares encabezados por hombres gastan 24 euros más al año. Una brecha que refleja que muchas mujeres acceden a la lectura a través del préstamo, no de la compra, aunque este ultimo dato me resulta mas de reutilizacion de los recursos.
Una oportunidad para repensar el tiempo.
Curiosamente, hay una actividad en la que las mujeres dedican más tiempo que los hombres: el trabajo voluntario y las reuniones. Casi 2 millones de horas más al día se destinan a esta forma de participación social. Un dato que habla de compromiso, pero también de una constante búsqueda de sentido en medio de la sobrecarga.
Como señala Marieta Jiménez, presidenta de ClosinGap: “Las mujeres vivimos más y con peor salud, conciliamos peor, y eso repercute en nuestras pensiones y en nuestro ocio. Todo está conectado. Los roles de género tradicionales no solo nos perjudican: también frenan el progreso del país.”
La conclusión es clara: disfrutar del ocio no es un privilegio, es una necesidad. Y garantizarlo de forma equitativa no es solo una cuestión de justicia, sino también de bienestar social, salud mental y desarrollo económico. Asi que la consigna es darnos un tiempo de descanso, ocio y recreacion de calidad y cantidad que nos merezcamos.
?Como? pues poniendo limites al trabajo invisibe y sin fin de la casa, aprendiendo a respirar mas y mejor, hacer ejercicio, caminatas, empezar un hobby o aficion, salir con amistades, siempre son una segunda existencia y sobretodo priorizarnos para empezar a cuidarnos y amarnos.
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