No crucé mares para que me mires
como si fuera carne envuelta en pena,
ni para que tus ojos me desnuden
sin saber que cargo mi mundo y su mundo en la espalda.
Soy madre. Negra. Ilegal, dices tú.
Pero yo digo: valiente.
Migrante con papeles rotos,
pero con la dignidad intacta con la fe puesta en Dios.
Mi hijo y yo nuestro corazón más grande que nuestra cama,
nuestros sueños se empacan en bolsas negras,
y se construyen en puentes, calles, plazas de soledad,
no porque falte amor,
sino porque sobra frontera
en un piso que apenas respira.
Él tiene metas más grandes que este techo,
pero ¿cómo trabaja la esperanza
si no tiene permiso para existir? Si su futuro lo determina 2.50m² del suelo pegajoso al falso cielo, las miradas se pierden por su apariencia, por sus rizos brillantes, por su cara radiante y llena de esperanza, como podría rendirme? Como podría decir que me estoy cansando, que no tengo fuerza, que su futuro está en manos de personas que nos definen con un denegado o aprobado? Como le explico que nuestro retorno es lo más seguro y lo menos probable para su conciencia.
Y yo… yo busco empleo,
pero antes me miran el cuerpo
que el currículum.
Me desean, pero no me respetan.
Me hablan suave,
pero no me escuchan.
Si, mis ojos son grandes, a veces pequeños, a veces expresivos pero siempre tristes, cargan con el pasado, cargan con decisiones, cargan con una vida, cargan con la frustración pero también con determinación,
Sonrió y todo se alumbra, pero solo se alumbra porque adentro está oscuro,
Soy la cuidadora de la madre de una persona que no tiene tiempo para aquella mujer que paro su tiempo por ella o por el, soy la limpiadora que por sus decisiones le darás lo que sobre, no lo justo, no lo conveniente, no, eso no porque estas vestida de negro.
No soy tu exótica,
no soy tu aventura de madrugada,
no soy tu fantasía con acento.
Soy mujer. Soy madre. Soy historia. Soy la que se levanta, Soy la que despierta sueña y cuando debe soñar solo piensa, soy la que sin importar las horas necesarias, siempre hará lo necesario para sentirse valiente, para usar la máscara que a todas las personas agrada, para evitar la pregunta que siempre tiene la misma respuesta.
Y tengo nombre, si!! No soy la de aquel país, la de aquel color, la de aquel....
La igualdad no es un lema ajeno,
es mi grito ahogado en oficinas que me niegan, es cada mirada perdida en "una más que viene"
es mi voz rompiendo esquemas
en cada esquina donde me ignoran.
Las miradas de esa gente que dice hacer lo mejor para un país mejor, que dice que no importa tu número, no importa si cuentas en el censo, si esa misma gente que cuando no puedes más, te dicen que ellos no puede hacer nada, entras en una lista sin fin porque cada día llegan decenas de personas como yo. Soy el medio del 6.947.711 y sumando.
aunque no me veas en tus pancartas,
aunque no me cites en tus congresos vigentes y blancos.
Yo también quiero vivir sin miedo, yo también quiero estar en tu registro, mi letra inicial importa como tú letra finalyo también merezco un espacio digno, el cielo no tiene fronteras, el mar no tiene límites, el sol no alumbra solo para los DNI y tampoco se niegan a los del NIE que ya caducó.
yo también lucho,
aunque la ley me calle, me ignore, me nule, me niegue
Igualdad no es cuando tú decides incluirme.
Es cuando mi existencia ya no necesita permiso.
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