Nombrar es reconocer, y cuando todas las personas se sienten representadas en el lenguaje, se consolidan derechos y oportunidades.
El cambio en la comunicación cotidiana es un paso esencial hacia la igualdad. Usar términos neutros cuando sea posible, evitar el uso exclusivo del masculino genérico y respetar los pronombres elegidos por cada persona son prácticas que fomentan la inclusión y el respeto.
Esto, de expresarnos integrándonos todos y todas no es una imposición, sino una evolución natural de la comunicación hacia un mundo más justo, es una herramienta esencial para promover la igualdad y la diversidad en la sociedad.
Pequeños cambios en la manera de expresarnos contribuyen a la construcción de una sociedad donde la igualdad no solo se dice, sino que se vive.
Algunas claves para practicarlo en diario y cotidiano:
- Usar términos neutros para hacer el lenguaje más equitativo.
- Evitar el uso exclusivo del masculino genérico para representar a todas las personas.
- Respetar los pronombres elegidos por cada persona en su identidad de género.
- Adaptar el lenguaje según el contexto manteniendo claridad e inclusión.
- Cuestionar expresiones discriminatorias que perpetúan estereotipos o desigualdades.
Hacer del lenguaje una herramienta para la equidad es una forma de transformar la realidad.
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